domingo, 9 de noviembre de 2014

"Mi más grande descubrimiento" - Alexandra Díaz

MI MÁS GRANDE DESCUBRIMIENTO

 En ese momento me sentí perdido, solo pensaba que todo lo que me estaba pasando era por ese muchacho de pacotilla. Sólo;  sin saber qué hacer o adónde ir. Mi mente solo pensaba en la recompensa que me darían por encontrarlo o en la dicha de mi reconocimiento en el pueblo. Todo esto lo hacía por alegar por mí mismo, por mi temor a no fallar en mi teoría. Yo estaba seguro de que él existía, pero ¿dónde lo encuentro? Era mi dilema. Decidí caminar por donde el muchacho me indicó. ¡Ya qué iba a perder! Gabriel (así se llamaba el chiquillo) me dijo que preguntará a cualquier persona que encontrara dónde podía encontrar lo que buscaba. Así que ya con el ímpetu bajo y con mohín de pocos amigos decidí seguir adelante. Mi cabeza era un belicismo, era insoportable. Solo pensaba en que les diría a mis alumnos; sí, era un educacional y uno muy preocupado porque sentía ya el desprecio de mis estudiantes retumbando en mis oídos. De pronto, interrumpiendo mis pensamientos divisé a un señor, no muy pulcro, ya anciano pero que al ver su rostro sentías una paz interior. Me acerqué corriendo, fatigado, ya con lo que me quedaba de fuerzas y le di una explicación somera de lo que buscaba. Hijo- me dijo con una gran sonrisa-ya estas por llegar. Esas palabras fueron una eufonía en mis oídos; sentí un regocijo y luego pregunté: Pero, ¿a dónde voy? No te preocupes, yo te llevaré- me respondió amablemente el anciano. 

Llegamos- me dijo el señor con alegría- espero que tengas la dicha de encontrarlo. Le agradecí y me percaté que donde me había llevado el anciano era una hermosa construcción y decía una palabra que nunca había visto “Capilla”. ¿Está seguro que es la dirección correcta?- pregunté y volteé para ver al anciano pero no estaba. ¿Cómo es posible que se haya ido tan rápido? Me dio un poco de miedo pero aún así entre al lugar indicado. Por dentro era muy hermoso, te sentías como en casa, tranquilo. Ya adentro me percaté que en lo fondo de esta capilla había una figura muy bien tallada de un hombre sangrando y crucificado en una cruz. Sentí mi derrota al saber que había fallado. Me senté en una de las bancas que se encontraban en una esquina, me puse a llorar y caí en un profundo sueño. ¿Por qué lloras?- me preguntó un hombre que no podía ver su rostro. No lo pude encontrar- le dije- mis teorías eran falsas. No- me dijo- ya lo encontraste. Levántate y mira esa cruz que está al fondo; es él a quién buscas. Siempre estuviste en lo cierto. ¿Quién eres tú?- pregunté, soy la persona que te guió hasta aquí, que estas buscando y quiere que la encuentres, que enseñes su historia a todo a quién no la conoce, para que así el día de su muerte suba a mi lado, al paraíso. Desperté asustado y me dirigí hacia la cruz. ¡Lo había encontrado! ¡Era él! ¡Siempre estuvo ahí! Sentí plena felicidad, lo había logrado. Pero te estarás preguntando, ¿A quién buscaba? Pues simplemente al hombre que dio la vida por nosotros y que la sigue dando y quiere que lleguemos al paraíso para estar a su lado por siempre. Él es Jesús, mi más grande descubrimiento.

Y tú, ¿quieres participar de este homicidio? - Alexandra Díaz

Y TÚ ¿QUIERES PARTICIPAR DE ESTE HOMICIDIO?

“Régimen político que concentra la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la actuación de otros”, es el significado que el diccionario nos puede ofrecer acerca de la tan renombrada palabra, principalmente en las épocas de penurias, que con tan solo nombrarla, el miedo impregnaba en las pieles de las personas: el TOTALITARISMO. Si bien el totalitarismo es un tema muy amplio y sumamente histórico que hemos presenciado (mediante escritos o películas) en acontecimientos temibles como (un claro ejemplo) la Segunda Guerra Mundial, que comenzó tras el totalitarismo de Adolf Hitler, el famoso líder Nazi. Pero tranquilo, este texto no tomará un rumbo histórico, ni te explicaré una clase de historia universal; solo quiero que tomes en cuenta que, el totalitarismo, a pesar de ser una palabra fuerte en los oídos de tu lector, aún lo encontramos en nuestro día a día.
George Orwell, en una de sus obras más notables: “Rebelión en la granja”, nos muestra su clara postura sobre el totalitarismo a través de sus personajes “los Cerdos”: el Viejo Major, Napoleón, Bola de Nieve y Chillón. Al convencer a los demás animales acerca de que el hombre es el “enemigo” se establecieron “los 7 mandamientos”, cosa que, finalmente, Napoleón, Bola de Nieve y Chillón infringieron (Viejo Major murió antes) tras una lucha constante por el poder, principalmente los dos primeros.
La obra tuvo una representación un poco dura de mi parte. Siento que el problema que nos presenta Orwell es muy común. Siempre encontramos, en cualquier ámbito de nuestra vida, personas que al creerse superiores por sobresalir en diferentes campos (deporte, estudios, sociabilidad, etc.), tienen la necesidad de predominar y tomar por sumisos a los demás a base de engaños. Estos se dejen llevar por tratar de seguir a una figura que consideran un “ejemplo a seguir”, mas solo están dejando de lado la confianza que deberían tener en ellos mismos y el deseo de superarse cada día solo por “seguir al líder”.
Los diferentes animales de la granja tenían un punto de vista diferente. Posiblemente hubo uno, por lo menos, que no quiso rebelarse, pero la presión de grupo, ganó a todos los ideales del propio sujeto. Muchas veces la presión grupal es otro factor para privarnos de expresar nuestros propios pensamientos y emociones, y esto es una clara señal de que la persona no tiene una buena autoestima.
Si bien, yo soy una persona introvertida, pero con el tiempo gracias al apoyo de mis padres, a través de ver sus vivencias y aprender a escucharlos, decidí ir “soltándome” poco a poco. Si tuve un tiempo de “bajeza”, que puedo decir que llegué al extremo de casi llorar por no salir a exponer mi oratoria. Pero hay algo que mi mamá siempre me dijo: “Uno solo tiene que tener vergüenza por robar”. Al principio pensaba que tal vez ella no entendía el terror que sentía cada vez que me tocaba hacer una exposición, porque siempre la vi como una persona segura de si misma, sin temor a nada, mas con el paso del tiempo me di cuenta que ella también tenia miedos, al igual que mi papá, pero que aprendieron a superarlos y llegar a ser lo que son ahora: unos maravillosos padres, a quienes les estaré infinitamente agradecida. La vida es una lucha constante; es por eso que hasta el día de hoy sigo luchando contra mi timidez, que por lo que noto (en mis avances), no lo estoy haciendo tan mal.

Sé que muchas personas han sufrido peores cosas, que posiblemente son difíciles de creer, aunque los casos son muy frecuentes en nuestra actualidad. El totalitarismo hoy en día se resguarda tras la palabra “bullying”; si bien, ahora no hay un líder totalitarista y  sumiso, sino agresores y agredidos. No hay partidos o comunidades, pero si hay pandillas. No hay muertes en masa, pero si hay una persona que sufre, que fue asesinada moralmente, psicológicamente y físicamente, por alguien que, por duro que suene, es un asesino de almas. Y tú ¿quieres participar de este homicidio?

"El Asesino" - Alexandra Díaz

EL ASESINO

Como un balde de agua fría me cayó la noticia; Richard, mi padre, había muerto. No sé cómo, ni cuando, ni por qué lo mataron, pero de algo estaba seguro, tenía que encontrar a la persona sin corazón que lo mató. Mi padre no merecía esto. Era un hombre justo, sin ninguna maldad en su alma. Tan bueno, tan humilde, caritativo y que yo sepa, sin ningún enemigo.
De pronto, cortando mis pensamientos me vino una preocupación más grande, ¿Cómo le diré a mi hermano esta desgracia ocurrida? Él era el más aferrado a mi padre, además era el menor. Si le digo esta horrible noticia seguro querrá matarse o se llenará de odio el inocente corazón que tiene. Mi hermano, un joven de apenas 18 años de edad, siempre alegre e inocente. No; no podía decírselo, malograría su vida, sus sueños, sus aspiraciones. Estaba decidido, esta noticia no podía llegar a los oídos de mi hermano.
Sr.  Smith, ¿puedo pasar?- preguntó doña María, la sirvienta. Adelante- contesté. Tiene una visita del amigo de su padre, Nicolás. Él para mí era como un tío. Una persona tan bondadosa y siempre atenta con la familia y sobretodo conmigo. Su visita fue lo único que me alegró luego de la triste noticia.
Que pase- dije. Se abrió la puerta, entró un hombre ya un poco viejo y por lo visto muy dolido por la pérdida de su amigo. Hijo mío, te doy el pésame. Es una triste pérdida-me dijo al entrar. Si tío, lo sé-le respondí.
Por cierto, el oficial Joseph me envió una carta para ti. Me dijo que por favor la leyeras, que era un asunto serio- agregó mi tío. De su bolsillo mi tío sacó un sobre blanco con el sello de la policía. Por favor léelo con y cualquier cosa no pierdas la cordura, simplemente llámame y conversaremos con el oficial al respecto, ¿Está bien?
No te preocupes tío. Mantendré la calma- le respondí en tono tranquilo.
Ya cuando mi tío se retiró, miré el sobre y sentí curiosidad y temor por saber que decía la carta. La abrí y comencé a leer:
“Querido Sr. Smith:
Lamento decirle que no proseguiremos con el caso de su padre. No tenemos ni pruebas ni indicios para seguir investigando.
Tratamos de averiguar si había algún testigo justo cuando ocurrió el homicidio, mas todas las posibles personas nos comentaron que no presenciaron tal acto, que solo llegaron a informarse de la noticia por la gente o algún familiar cercano de su estimado padre.
Tampoco sabemos con exactitud donde lo asesinaron ya que encontraron su cuerpo en el río. Por lo tanto, hemos decidido dar por cerrado el caso porque si prosiguiéramos estaríamos “pisando en blanco” ya que no tenemos como fundamentar nuestras suposiciones.
Por este medio también permita darle mi más sentido pésame. Todos aquí lamentamos la pérdida de tan valeroso hombre como su padre.
Mis más sinceras disculpas acerca del inconveniente,
Atte.
Oficial Joseph”
Al terminar de leer la carta, la ira dominó mi cuerpo. El desgraciado que asesino a mi padre fue muy astuto que no dejó rastro alguno para atraparlo. Lo tuvo todo bien planeado.
Una botella de whisky se encontraba a mi costado; la cogí y la arrojé contra la pared haciéndola trizas y derramando el contenido por toda la alfombra.
Maldito seas, maldito seas- me puse a gritar. De pronto un pensamiento fugaz vino a mi mente, la promesa que le hice a Nicolás. Traté de calmarme, reflexione sobre el asunto y finalmente  tomé mi decisión, el caso de mi padre lo tomaría yo. Me prometí a mi mismo que llegaría a dar con el asesino de mi padre.
Decidí empezar revisando las cosas de mi padre. Tal vez aquí encuentre algo    que me pueda revelar si papá tenía algún enemigo- pensé. Así todo un día me dediqué a rebuscar sus cosas con la esperanza de poder encontrar algo, pero al final ocurrió todo lo contrario: nada, no encontré absolutamente nada.
Ya frustrado decidí por ir a descansar cuando de la nada mi vista miró un punto en perfecto ángulo a una abertura en la pared; si, parecía una entrada secreta. Si es lo que creo-pensé- entonces debe haber un punto en esta habitación donde haya un botón o algo que me permita entrar a ese compartimiento. Así que de nuevo comenzó el desorden. Tenía que encontrar la manera de entrar a ese compartimiento secreto; tal vez me podía revelar indicios y darme un fundamento para ya poder terminar con este “laberinto”.
Esta vez la suerte estaba de mi lado, llegué a encontrar mi objetivo, la clave para la extraña entrada. Pues no era nada menos que un control especial encontrado en un libro hueco titulado “El engaño perfecto” (raro título pero no muy revelador porque mi padre jamás me hubiera dicho una sola mentira, aunque eso es lo que yo pienso hasta el momento).
Opte por entrar a la famosa entrada secreta a la mañana siguiente porque ya estaba muy cansado con todo lo que había pasado en el día.
Ya al amanecer de la mañana siguiente, como alrededor de las seis de la mañana, me levanté como un resorte, con un sentimiento de intriga por saber que era lo que se encontraba en ese compartimiento. Pero me quedé pensando ¿Por qué mi padre me habrá querido ocultar algo?
Al apretar el botón las puertas hacia la entrada comenzaron a abrirse. Cada vez la curiosidad se volvía más intensa. Mis ojos se llenaban de ilusión pensando que con esta información que se encontraba aquí me serviría de mucho para poder comenzar con las investigaciones respectivas del caso de mi papá.
Al ver lo que estaba en la habitación, todas mis expectativas se vinieron abajo. ¿Qué era lo que estaba ahí? Pues la gran mayoría de la habitación era mercancía; mejor dicho, drogas. Ese hombre ejemplar, tan caritativo, sin ninguna maldad; era una persona metida en negocios ilícitos: era un narcotraficante.
No tenía palabras para describir el sentimiento que sentía hacia esta faceta de la vida de mi padre que jamás había conocido. No lo pensé dos veces y decidí llamar a Nicolás para que me pueda dar ánimos para afrontar esta “vida oculta” que tenía Richard, mi padre.
Una llamada interrumpió. Hola, habla Jackson- fue lo primero que dije al contestar la llamada. Buenas tardes Sr. Smith, hablamos de la policía de Pensilvania. Lamentamos informarle que su hermano Robert ha sido encontrado sin vida en un río muy alejado de la ciudad. Al parecer, su hermano ha sido asesinado hoy mismo. Pero lo curioso es que al parecer el asesino dejó una nota en su bolsillo derecho del pantalón que portaba. Se la estoy enviando por fax. Sr. Smith se que no es un buen momento para su familia ya que me entere que hace poco acaba de morir su padre, pero así es mi deber y le tuve que informar sobre la muerte de su joven hermano. El teléfono se me cayó de las manos. Ya falleció mi padre, luego mi hermano, creo que… me quedé en blanco, pensativo y luego me quedé convencido que la siguiente víctima de asesinato, era yo.
Un fax llegó. Era el que el oficial de Pensilvania me había enviado; era la nota. Con miedo me acerqué a recogerla. No tenía la suficiente valentía para verla pero la curiosidad me ganó y la leí. Decía lo siguiente:
“Si quieres saber qué pasó con tu hermano y tu padre y cuál es el propósito de esto; búscame en las afueras del Royal Palace exactamente a las 8:00 de la noche. Tendrás todas las respuestas a tus interrogantes, pero ven sólo, sino date por muerto”
Un escalofrío entró a mi cuerpo con la velocidad de una ráfaga de viento. Tenía que asistir. Sabía que era una misión suicida ir, pero solo quería llegar al propósito de todo esto que me estaba pasando. Decisión tomada, iba a asistir.
Con toda la serenidad que podía aparentar llegué al lugar indicado. Mi reloj marcaba las ocho de la noche exactamente. Una sombra se veía a lo lejos acercarse. Sentía ya haber visto esa silueta antes. Efectivamente, no me equivocaba, era mi tío. Pero ¿Qué hacía él aquí? Tal vez estaba dando sus usuales caminatas nocturnas. Pero aquí llega la interrogante, ¿Qué le diré cuando me pregunte que hago aquí? Pensé algo rápido pero no lo tenía claro aunque al reaccionar ya era demasiado tarde; mi tío estaba parado al frente mío con una mirada penetrante y a la vez una nunca vista, una mirada malévola.
Tío, ¿Qué haces aquí?-pregunté con curiosidad. Pues cite a alguien aquí- me contestó con una sonrisa muy falsa. ¡Qué coincidencia! Justo los dos en el mismo lugar- dije para romper el escalofriante silencio. De pronto unos hombres salieron de los costados. Tenían mal aspecto, se notaba que eran personas de mal vivir. Tío, creo que mejor esperamos en otro lado- dije y me acerqué a él y le susurré- no te preocupes tío, solo son tipos de mal vivir. Alejémonos para que no nos causen daño y ocurra una desgracia. En eso Nicolás con un movimiento rápido me agarra del cuello y ahogándome casi me susurra al oído: Aquí la desgracia que va a ocurrir es que te vas a enterar que tu tío, que supuestamente tanto te adoraba, es el famoso asesino que has querido encontrar.
Todas las funciones de mi cuerpo dejaron de funcionar. La tranquilidad de haber encontrado a un conocido se convirtió en miedo. ¡Tú!, siempre fuiste tú a la persona que buscaba; y pensar que eras una de las personar que más confianza tenía- respondí con las fuerzas que me quedaban luego de quedarme estupefacto con la noticia- todo este tiempo, siempre el asesino de mi padre y actualmente de mi hermano estuvo a mi lado. Señor, lo matamos- preguntaron los dos muchachos que consideraba de mal vivir. No, aún no ha llegado su hora- respondió Nicolás que por lo visto era el jefe de esta pandilla. Chico inocente tenías que ser- habló dirigiéndose a mí- tu padre, el hombre considerado por todos perfecto era un simple narcotraficante que pertenecía a mi empresa. Ya que no me servía, lo considerábamos un estorbo y se decidió mandarlo a asesinar. Desgraciado- respondí tratando de liberarme. Grave error chiquillo inútil- respondió dándome un golpe que terminó rompiéndome las costillas del lado derecho. Los tipos comenzaron a reír de mi desgracia.
Ese golpe me hizo recordar que siempre cargaba una pistola conmigo y eso me dio una esperanza de vida. Sin pensarlo me liberé de los hombres que me tenían sostenido y saque velozmente la pistola que se encontraba escondida en mi pantalón y apunté hacia Nicolás y le dije: Así como tú no perdonaste la vida a mi hermano y a mi padre yo no te la perdonaré  a ti.

Un disparo sonó y con el volvió la paz en mi vida. Por fin había acabado con la vida del famoso asesino, Nicolás…bueno, eso al menos yo creía.

¿Estarás listo para la Tercera Guerra Mundial? - Alexandra Díaz

¿ESTARÁS LISTO PARA LA TERCERA GUERRA MUNDIAL?
La evolución humana conllevó (y conlleva) muchos años de trabajo por parte del ser para mejorar el proceso de adaptación a la vida. Comenzando por el orden de los primates hasta llegar a los Homo Sapiens, especie bípeda y poseedora de capacidades mentales más desarrolladas que los antepasados, descrita como “animales sociables” y conocidos por nosotros bajo el seudónimo de hombre, el ser ha ido “revolucionando” el mundo con sus diferentes avances; mas toda acción conlleva a una reacción y es que el proceso evolutivo ha infundido mucho en el campo del sentir; la unión de clanes (grupos humanos) conllevó al amor entre ellos, la evolución implicó al cambio, a la mejora;  mas el cambio supuso la ambición;  esta a su vez acarreó al conflicto, a lo mundialmente conocido como  GUERRA, ingrediente clásico en las diferentes etapas de la historia humana, que, lamentablemente a pesar de todos estos años evolutivos, nuestro concepto rudimentario del término OBTENER, aún no cambia.
Guerra denomina “OPOSICIÓN entre dos o más personas”; mas mi pregunta es ¿a qué nos referimos con oposición? ¿Tal vez a contrariedad? El frío opone al calor, la adición opone a la sustracción pero ¿el hombre ES CONTRARIO al hombre? Aquí la idea es sumamente precisa, la guerra consiste en su mayoría (si no es por la pretensión) en una OPOSICIÓN de IDEOLOGÍAS formuladas por cada persona. Uno no debe pretender que un socialista apoye a un gobierno capitalista, o que alguien con tendencia pacifista opte por la violencia, mas la incoherencia en la ideología humana llega a tal grado que nuestra vida entera se convierte en una guerra, donde el único objetivo es ganar a toda costa, donde “el que se duerme, pierde”; así como Thomas Hobbes formuló alguna vez: “…el estado de naturaleza, es el estado de una guerra constante, una guerra de todos contra todos, donde el hombre es el lobo del hombre”.
Un elemento humano significativo es la excusa, detrás de cada error siempre hay una razón, ¿por qué no solamente aceptamos nuestra falla y seguimos en el camino de la mejora? Si jalamos el examen, fue por falta de tiempo al estudiar, o porque el profesor “no explicó esto en clase”.  Carl von Clausewitz, militar prusiano participante de la Cuarta Coalición (Guerras Napoleónicas)  argumentó que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, es decir, si soy un abogado y he sido testigo de una injusticia contra mi cliente en la Corte, y he hecho todo lo posible por remediarla mas no ha sido suficiente ¿debo matar al Juez por no haber aceptado mis argumentos? Cosa ilógica, porque acabaría siendo tan culpable como la injusticia cometida por el Juez. Lavarse las manos como Pilatos bajo la “excusa” de “una alianza fallida” entre países, no hace que los que fomentaron la guerra sean menos culpables. Una mañana del 7 de Diciembre de 1941, la Armada Imperial Japonesa decidió atacar el navío más importante de la armada naval de Estados Unidos: el Pearl Harbor. Atacado por 353 aviones, Estados Unidos sufrió 3400 bajas, con 2300 muertes en tan solo pocas horas. El frente estadounidense quedó completamente destrozado. En este ejemplo podemos tomar como Juez a Japón, como el abogado a Estados Unidos, como argumentos los múltiples intentos de una alianza que realizó Estados Unidos con Japón, y como la injusticia cometida, el ataque al Pearl Harbor. ¿Pero cuál fue el homicidio cometido contra el Juez? Pues en 1945, Estados Unidos, bajo el mando de Harry Truman, un Lunes 6 de Agosto, se detonó el arma nuclear conocida como “Little Boy” en Hiroshima, y un Jueves 9 de Agosto “Fat man” fue detonado en Nagasaki. Este suceso conocido como la Bomba Atómica ha sido el único ataque nuclear de la historia, mas dejó a su paso desastrosas perdidas; hablando en cifras: 140, 000 personas fallecidas en Hiroshima y 80, 000 en Nagasaki. Como dije, matar al Juez no significó un acto de “ejercer justicia”, sino fue un acto de “ejercer venganza” ¿Truman estaba en lo correcto o era tan culpable como Japón? -“hacer justicia generando más injusticia”.
John Locke nos planteó una frase significativa opuesta a Hobbes: “el hombre es bueno por naturaleza es la sociedad la que lo corrompe” Si Locke dice que el hombre es bueno por naturaleza sería ilógico afirmar que la sociedad lo corrompe, porque esta está compuesta por personas, esta “mala sociedad”, debe tener un origen, es decir una persona que influyó negativamente en ella,  pero ¿cómo una persona puede influir negativamente si el mismo Locke afirma que el hombre es bueno por naturaleza?  Si el hombre es bueno por naturaleza no habría sociedad “mala”, si no hay una mala sociedad esta no corrompería al hombre; ¿Qué podemos afirmar? Pues que el mismo hombre se corrompe entre sí. No hay excusa alguna para justificar el erróneo comportamiento del hombre, este es consciente de los actos cometidos mas no es capaz de asimilar las consecuencias que conllevará, como dije antes -“hacer justicia generando más injusticia”. Por ejemplo, uno de los conflictos que se remontan desde el siglo XX y aún perdura es el conflicto Israelí- Palestino. El hecho de compartir territorio luego de una satisfactoria liberación del dominio británico no conllevo a una buena relación por parte de estos dos Estados, muy aparte de que Israel quedó beneficiado con la mayor parte del territorio, las diferencias religiosas son las causantes de este conflicto vitalicio. En 1993, luego de la Guerra de los Seis Días, se consumó los acuerdos de Oslo con la finalidad de terminar con este conflicto, por lo que se decidió entregar la Franja de Gaza al estado Palestino para liberar tensiones; mas según parece para Israel esto significó una injusticia en su contra, por lo que hoy en día, año 2014,  Israel atacó a Gaza con el objetivo de consumar un guerra contra la religión palestina, ¿hacer justicia por hechos pasados ya hace más de 21 años, ameritaba a tratar de “asesinar” a toda una raza? Gaza no tiene ejército ni la suficiente capacidad de enfrentar a un estado tan poderoso y con gran resguardo como Israel, ¿esto debe ser llamado guerra o GENOCIDIO? La guerra debe ser llamada por lo que es, un GENOCIDIO, una exterminación de razas, ¿Humanos matando humanos, con el fin de conseguir un bien u obtener justicia?
Siguiendo en el ámbito de la “justicia”, nos encontramos con otro tipo de denominaciones de guerra: las revoluciones, denominadas como un “cambio violento en las instituciones políticas de un país”, un concepto no especificado, ya que la pregunta fluye: ¿una revolución fue un cambio para bien o para mal?
Una de las más conocidas revoluciones mundiales que conllevo a ser una inspiración para muchos revolucionarios fue la Revolución Francesa. Un 14 de Julio de 1789, con la Toma de la Bastilla, la sociedad francesa decidió ponerle fin a la monarquía absoluta ejercida por Luis XVI. La Asamblea Constituyente tomó un rol importante al ser el órgano encargado de decidir el futuro de Francia-¿Seguir en la monarquía u optar por la Democracia?-Tras arduos años de lucha, la sociedad francesa quedó disconforme con el fallo de la Asamblea ya que esta decidió que el Rey seguiría ejerciendo sus funciones hasta que no ocurriera la creación de una nueva Ley, por lo que uno poniéndose en el lugar de los revolucionarios se formularía lo siguiente ¿tanto esfuerzo para ver a Francia liberada y volver a los mismo? Por lo que un 5 de Octubre de 1789 “Las Furias” (grupo revolucionario femenino) optó por “forzar” al rey y a su familia a abandonar Versalles y que la Asamblea le dé al pueblo lo que tanto anhelaban: “la libertad”. Grave error, puesto que al pretender crear un mejor gobierno en manos del pueblo, el poder y la codicia convirtieron a los hombres en animales carnívoros, que solo se saciarían obteniendo el mayor rango de poder–“el hombre es lobo del hombre”- es decir, los que buscaban justicia e igualdad solo recayeron en lo que estos criticaban, “la guerra por el poder”, por lo que la unidad de Francia ya destruida y débil por la desunión, fue el momento oportuno para que Napoleón Bonaparte regresando de su campaña en Egipto diera un Golpe de Estado conocido como el 18 de Brumario y derrocara el ,ya, corrupto poder francés. Entonces la pregunta es ¿valió la pena sacrificar tantas vidas de compatriotas franceses para terminar igual que antes e incluso peor? El hombre nunca está conforme con lo que tiene e incluso critica a otros porque según ellos “no está ejerciendo correctamente su labor”, es testarudo, sabe que las consecuencias a corto o largo plazo serán perjudiciales,  siempre la codicia puede más que el propio amor hacia lo que es para el ser humano su  propia “liberación”
Un ejemplo más contextualizado hacia nosotros es la independencia de nuestro Perú. Fueron largos años de lucha, donde aparecieron personajes en la historia conocidos hoy en día como “héroes” o “mártires”. ¿Valió la pena que estos hombres se sacrificaran por el simple hecho de ver a nuestro Perú liberado, para que así como los revolucionarios franceses, el gobierno vuelva nuevamente a la corrupción, a la “guerra por el poder”?
Como cite anteriormente, las consecuencias serán a corto o largo plazo y en nuestro país resultaron a largo plazo. Golpes de estado, corrupción, terrorismo, delincuencia ¿esto fue el resultado del sacrificio? Mi punto no es atribuir  el concepto de corrupto al hombre, tampoco afirmar que la sociedad es la culpable, mas el mismo hombre es el causante de su propia desgracia, de su propio descenso - las tentaciones son las que vuelven al hombre un “lobo”
La palabra GUERRA no es pérfida. El término guerra es malo cuando es tomado de la manera errónea. La vida es una guerra, y no una por el simple hecho de saciar nuestros aires de poder o de riqueza, sino que es una lucha constante por salir adelante. Así como nombré que las guerras son los ingredientes esenciales en la historia de cada país, hagámoslo realidad; que la historia de un rumbo diferente y ese ingrediente esencial sea tu lucha contra la mediocridad. Cambiemos víctimas por mejoras y armas por convicciones, convicción de lograr tus propias metas, de luchar por tus  sueños. Como te dije en un principio, la guerra es una oposición de ideologías, crea tu propia lucha, no contra la opinión de tu semejante sino contra la de los factores externos que quieren hacerte caer, contra las piedras que encuentras en tu camino de vida, una guerra de tu ideología, de tus convicciones, contra las excusas, contra tus miedos. No critiques y aprende a escuchar, sé fuerte y aprende a luchar, aprende a arriesgarte a todo sin importar a lo que conlleve, cada esfuerzo o sacrificio te será recompensado con tu propia gratificación, con tu triunfo personal. Yo me apunto a luchar, y tú ¿estarás dispuesto a pelear? ¿Estarás listo para la Tercera Guerra Mundial?

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