El
Maltrato Femenino
Nuestro mundo cada vez va cambiando, y por más que
parezca, estos cambios son inevitables, porque nosotros los humanos los estamos
provocando, porque tal y como ocurre en los cambios climáticos, con el efecto
invernadero y el calentamiento global, del cual nosotros mismos somos
responsables. Y es que la vida nos fue proporcionada a todos los seres con un
fin, y con más razón a nosotros, que siendo seres pensantes, debemos
administrarla o, mejor dicho, hacer de ella lo mejor que podamos, pero ¿qué hemos hecho hasta ahora con nuestras
vidas? ¿Hemos aprendido a valorarnos a nosotros mismos?
La respuesta es un rotundo NO, y es una negación que
tiene como sustento gran camino de la historia, en el que por ignorancia o
simple conveniencia, el hombre denigró de una forma dolorosa a la mujer, sí,
esa compañera que le regaló Dios para juntos regir sobre la naturaleza, esa
compañera que luego del matrimonio, sería su compañera eterna y gracias a la
cual tendrían ambos la alegría de tener descendencia y así poder preservar la
vida y la continuidad.
¿Qué
fue lo que realmente motivó a los hombres a creerse superiores a las mujeres de
otrora?
Un sentimiento de superioridad impuesto por nuestros
mismos antepasados hace que el día de hoy, este sea un problema generalizado,
que puede ser visto en cualquier parte del mundo. En el transcurrir de la
historia a muchos personajes de ella se les ha presentado esta cuestión, y para
ver cómo eran las personas importantes en ese entonces, caber decir lo que
decía cada uno acerca del tema:
·
Jean
Jacques Rousseau, con su "Emilio", era un misógino rabioso. Decía
"una mujer sabia es un castigo para el esposo, sus hijos, sus criados,
para todo el mundo. Desde la elevada estatura de su genio, desprecia todos los
deberes femeninos, y está siempre intentando hacerse a sí misma un
hombre".
·
Kant,
llegó a ser ofensivo: "Una mujer que se ocupa de las controversias
fundamentales sobre la mecánica, se podría también dejar la barba".
"El estudio laborioso y las arduas reflexiones, incluso en el caso de que
una mujer tenga éxito al respecto, destrozan los méritos propios del
sexo".
·
Herbert
Spencer afirmaba que "las mujeres muestran una perceptible deficiencia en
dos facultades, la intelectual y la emocional, que son el resultado final de la
evolución humana, la capacidad de razonamiento abstracto y la que es la más
abstracta de las emociones, el sentimiento de la justicia".
Y así muchos otros más hablaron sobre su punto de vista
de este tema y sus respuestas, que aunque vinieran de tan ilustres personas,
con el conocimiento de lo que es en verdad maltrato femenino o violencia a la
mujer, nos podremos dar cuenta de que estaban rotundamente equivocados y que su
visión acerca del tema no era nada más que algo rudimentario.
Para hablar propiamente del maltrato femenino o, en otras
palabras, violencia contra la mujer, es necesario saber qué significa este
término: Violencia es la presión síquica o abuso de la fuerza ejercida contra
una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima.
Parece increíble, pero hasta el día de hoy en que la ciencia y la tecnología
han avanzado tanto, tal parece que nuestras ideas no avanzaran y aún siguen
habiendo víctimas mujeres, quienes tienen muchas formas de padecer esta preponderancia
y salvajismo.
Formas
más comunes de Violencia contra la mujer:
En
las familias.
La forma más común
de violencia contra la mujer es la violencia en el hogar o en la familia. Las
investigaciones demuestran sistemáticamente que una mujer tiene mayor
probabilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su compañero actual o
anterior que por otra persona.
Los hombres pueden patear, morder, abofetear, dar un
puñetazo o tratar de estrangular a sus esposas o compañeras; les pueden
infligir quemaduras o tirar ácido en la cara; pegar o violar, con partes
corporales y objetos agudos; y usar armas letales para apuñalarlas o
dispararles.
Maltrato
físico. Algunas mujeres
pueden creer que merecen las golpizas por alguna acción equivocada de su parte.
Otras mujeres se abstienen de hablar sobre el maltrato porque temen que su
compañero las lastime aun más en represalia por revelar "secretos
familiares", o posiblemente por avergonzarse de su situación. Además, en
muchos países no existen sanciones legales o sociales en los casos de violencia
perpetrada por un compañero íntimo.
Violación
en una relación íntima.
En muchas sociedades, la mujer no define el coito forzado como una violación si
está casada o vive con el agresor. En algunos países esto es condenado como delito
penal. Las encuestas de varios países indican que 10 a 15% de las mujeres
informan que sus parejas las obligan a tener relaciones sexuales. Entre las
mujeres que son agredidas físicamente en su relación, las cifras son más altas.
Violencia
sicológica o mental.
Esta incluye maltrato verbal en forma repetida, acoso reclusión y privación de
los recursos físicos, financieros y personales. Para algunas mujeres, los
insultos incesantes y la tiranía que constituyen el maltrato emocional quizá
sean más dolorosos que los ataques físicos, porque socavan eficazmente la
seguridad y la confianza de la mujer en sí misma. Un solo episodio de violencia
física puede intensificar enormemente el significado y el impacto del maltrato
emocional. Se ha informado que las mujeres opinan que el peor aspecto de los
malos tratos no es la violencia misma sino la "tortura mental" y
"vivir con miedo y aterrorizada".
Mujeres
bajo custodia. Con frecuencia, las
mujeres que ingresan a las prisiones ya han sido víctimas de violencia. La
violencia contra la mujer recluida en instituciones y prisiones puede ser
generalizada. La naturaleza del maltratado puede abarcar desde el acoso físico
o verbal hasta la tortura sexual y física. Diversos informes sobre las mujeres
reclusas han revelado que los guardias las desnudan, colocan grillos en sus
tobillos e inspeccionan sus cavidades corporales. Las mujeres de muchos países
informan haber sido violadas mientras se encontraban en centros de detención.
Es lamentable que estas cosas puedan pasarle a las
personas que nosotros podríamos tener tan cercanas, podrían sufrirlas nuestro
familiares o amigos, tan sólo imaginar qué doloroso ha de ser esto, hace tomar
conciencia a uno mismo, pero existen aquellos que se rehúsan a entender que
estas cosas están mal, y así se puede mostrar en estos datos estadísticos que
no sólo se maltrata a las mujeres sino también a los menores, niñas como niños,
lo cual es aún más deprimente.
Y
es que diez mujeres presentan cada hora una denuncia por maltrato psicológico o
físico en el país y la
mayoría de casos se soluciona en la Comisaría de Mujeres,
según el jefe de la Dirección de Familia, de la Policía Nacional del Perú
(PNP), Eric Romaní.
Señaló que el año pasado el número total de denuncias realizadas por mujeres, hombres y menores en las comisarías sumó 72 mil 405 casos, cifra inferior a las 95 mil 749 que se registraron en 2009.
"Las variables son las mismas que en años anteriores: el 89% de las víctimas son mujeres y el 11%, hombres", manifestó Romaní, quien precisó que ahora los menores, niños o niñas, denuncian los maltratos de los que son víctimas, a manos de sus progenitores o de la persona que ejerce su tutela.
El jefe policial puntualizó que las actividades de prevención que realiza el personal de las comisarías de mujeres permitieron disminuir los casos y lograron que los menores denuncien a las personas responsables de la agresión.
Señaló que el año pasado el número total de denuncias realizadas por mujeres, hombres y menores en las comisarías sumó 72 mil 405 casos, cifra inferior a las 95 mil 749 que se registraron en 2009.
"Las variables son las mismas que en años anteriores: el 89% de las víctimas son mujeres y el 11%, hombres", manifestó Romaní, quien precisó que ahora los menores, niños o niñas, denuncian los maltratos de los que son víctimas, a manos de sus progenitores o de la persona que ejerce su tutela.
El jefe policial puntualizó que las actividades de prevención que realiza el personal de las comisarías de mujeres permitieron disminuir los casos y lograron que los menores denuncien a las personas responsables de la agresión.
Como podemos apreciar, este tema ya se salió de control,
y ahora las autoridades e incluso la Iglesia tratan de idear algo para poder
hacer frente a tantos abusos practicados contra estas indefensas mujeres y
niños, tales como:
Tráfico
de mujeres, prostitución forzada y Abuso contra Trabajadoras Domésticas:
Cada año miles de mujeres en todo el mundo son engañadas,
coercidas, secuestradas o vendidas en condiciones similares a la esclavitud y
son obligadas a trabajar como prostitutas, trabajadoras domésticas,
trabajadoras en fábricas en condiciones de explotación, o como esposas.
Las trabajadoras domésticas son vulnerables a las agresiones
violentas, tales como el maltrato físico y la violación, de parte de sus
empleadores. Las mujeres migratorias se encuentran especialmente en peligro
puesto que los empleadores pueden retener sus sueldos, pasaportes y documentos
personales. Esto limita el movimiento de trabajadores en los países en que los
extranjeros están obligados a llevar prueba de su situación jurídica, lo cual
impide por lo tanto, cualquier intento de reclamar protección en sus embajadas.
Mutilación
genital femenina (MGF):
En la actualidad, el número de niñas y mujeres que han
sido sometidas a la MGF se calcula en más de 130 millones en todo el mundo, y
otros dos millones más de niñas están en riesgo de esa práctica.
La MGF, una forma de violencia contra la niña que afecta
su vida como mujer adulta, es una práctica cultural tradicional. En las
sociedades donde se practica, se cree que la MGF es necesaria para garantizar
la dignidad de la niña y su familia y aumenta sus posibilidades de contraer
matrimonio.
La MGF comprende todos los procedimientos que incluyen la
remoción parcial o total de los genitales femeninos externos y otra lesión a
los órganos genitales femeninos ya sea por motivos culturales y otras razones
no terapéuticas.
Sabiendo que existen tantas leyes que amparan a estas
víctimas, es increíble la rapidez con la que el Estado mueve sus influencias
para frenar de una buena vez este problema tan grande en que se ha vuelto la
violencia en nuestro país, se debe crear ya una forma o algo que ayude a
erradicar este tipo de insanias, pues como ya habíamos visto antes, no
quisiéramos que algo así le pase a alguien que sea de nuestro entorno. Si bien
es cierto el sistema con el que el Perú avanza hoy en día, quizá siga
permitiendo este tipo de cosas, pero siempre nos han dicho que nosotros somos
el futuro de este país, y por qué no tomar conciencia nosotros desde nuestra
posición, para así en un futuro saber qué debemos hacer frente a problemas que
nuestros predecesores no pudieron solucionar.
que triste que aun existe este tipo de maltrato, excelente tema
ResponderEliminarEntiendo que el problema es complejo porque se trata de personas en cierta manera "enfermas", pero entiendo que la culpa es de quien lo permite.
ResponderEliminarSe debe denunciar. La solución es la educación: la mujer debe prepararse para trabajar a fin de sentirse independiente y fuerte, con autoestima suficiente como para no tener que soportar a quien la daña.